La leucemia felina es una enfermedad contagiosa únicamente entre los gatos. Se suele encontrar en gatos callejeros, y se transmite por la saliva de un gato contagiado por mordeduras, lamidos, compartir plato, por nacimiento, si la madre ya es positiva, y de crías, si la madre es contagiada después de parir a través de la leche materna. También se puede contagiar por transmisión sanguínea.
La leucemia felina provoca a los gatos letargo, falta de apetito, respiración dificultosa y anemia; la cual se denota al observar las membranas mucosas pálidas(encías, paladar e interior de los párpados).
Al ser esta una enfermedad de inmunodeficiencia, generalmente se relaciona a infecciones bacterianas, fúngicas(hongos), además un 30% de los gatos con una infección persistente por el virus de la leucemia felina desarrolla tumores.
Existen fármacos que estimulan la inmunidad, los cuales pueden ayudar a curar, junto con los antibióticos adecuados, las infecciones secundarias, pero que no llegan a eliminar el virus del organismo del gato, por lo que siempre estará expuesto a recaídas. También existen vacunas que pueden proteger a nuestro gato del contagio con una alta probabilidad.
Para más seguridad se recomienda análisis de sangre periódicos y que nuestro gato no salga de casa.
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